Hemos pasado unos días de vacaciones en Roma, y tras probar varias especialidades de pasta en establecimientos frecuentados por romanos, hemos sacado algunas conclusiones sobre este plato internacionalmente reconocido: en primer lugar y más importante, es que lo principal del plato es la pasta, el condimento para los romanos es secundario.
La pasta está aderezada por uno, dos, o como mucho tres ingredientes y en pequeñas cantidades. Estuvimos en el “ROMA SPARITA”, un restaurante situado en el Trastevere y frecuentado por romanos y por algunos extranjeros gracias a la guía” la trotamundos” entre otras. El plato estrella son los spaguettis cacio e pepe (espaguetis con queso y pimienta), como podéis ver en la foto servidos en una cestita hecha de queso. Estaban buenísimos, elaborados simplemente con queso pecorino (queso de oveja un poco salado y picante) y mucha pimienta.
Pedimos también unos tagliatelle funghí porcini (cintas con boletus), con la cantidad suficiente de hongos para aportarle sabor a la pasta y un poco de perejil picado por encima. Nada de las típicas hierbas aromáticas que tenemos en mente, ni orégano, tomillo…etc. Protagonista indiscutible la pasta, y como veis, uno o dos ingredientes.
En otro establecimiento “L´ANTICA BIRRERIA PERONI”, una cervecería del centro, llena hasta la bandera a la hora de comer de trabajadores de las oficinas de los alrededores. Nos encontramos la carta solo en italiano, los camareros sin ganas de dar muchas explicaciones, por lo que nos decidimos por lo que conocíamos y pedimos spaghettialla bolognese (espaguetis a la boloñesa). Nos pusieron la pasta con una pequeña cantidad de boloñesa por encima, en la que primaba el pomodoro (tomate) y escaseaba la carne, pero en la que resaltaba la pasta cocida al dente. Yo creo que ya no hay tanta diferencia en el punto de cocción de la pasta, por lo menos en nuestra casa y cada vez nos asemejamos más al gusto italiano. Muy buena, se veía que era pasta fresca, suelta y con sabor. Otra vez nos dimos cuenta que nada de hierbas y pocos extras. Al fijarnos en el resto de comensales, vimos que los diferentes platos de pasta apenas llevaban ingredientes, unos con pomodoro (tomate) otros con pesto, y otros solamente con queso. Siempre destacando el protagonista principal: la pasta.
Un día nos acercamos al mercado de Campo de Fiori, una plaza que se llena por la mañana de puestos de frutas y verduras y de otros productos gastronómicos. En algunos tenderetes había gran cantidad de paquetes de pastas con colores y de bolsitas con diferentes condimentos para añadir a la pasta. Ni que decir, que está hecho para los extranjeros, los romanos rehúyen de estos productos. Como hemos podido comprobar estos días, les gusta la pasta con pocas florituras, eso sí, buena pasta, fresca y hecha en el día. Respecto a las pizzas el choque fue aún mayor. Se trata de pizzas con masa muy, muy fina y con apenas uno, dos o tres ingredientes. Nada que ver con Telepizza. Cuando ves las cartas de las pizzerias, aparece el ingrediente principal, champiñones, queso, gambas… Estuvimos en una pizzería recomendada por nuestros anfitriones italianos,“PIZZERIA ALLE CARRETTE”, muy cerca del Coliseo.
Es una pizzería de horno de leña, sin pretensiones, con una pequeña terraza con unas cuantas sillas y mesas de madera. La carta está en inglés y en italiano. Elegimos una pizza Margherita con tomate, mozzarella y albahaca, que nos recomendó la camarera, que por cierto era española, pero llevaba muchos años en Roma. Y una con nombre de rey, cuyo nombre ya no recuerdo. Con jamón cocido, huevo y nada más. Por no llevar no llevaba ni tomate. Luego nos fijamos bien en la carta, y estaba dividida en pizzas blancas y rojas (sin tomate o con tomate). Nos comentó la camarera que siempre se puede pedir una pizza con lo que quieras y te la confeccionan en unos minutos. La elección creo que fue buena, la pizza margarita estaba deliciosa, la masa crujiente, fina y de excelente sabor. La otra un poco más seca, pero igualmente sabrosa. Lo importante como en el caso de la pasta, la masa, su elaboración, siempre en el momento, y su cocción, a horno fuerte de leña, que le aporta aroma y textura. Fundamental para obtener este magnífico resultado con tan pocos condimentos.
De postre un tiramisú, muy rico y casero.
Todo un acierto con esta pizzería, buen producto y buen trato de la camarera, bueno era española, porque la verdad que el trato de muchos de los camareros que nos hemos encontrado ha sido más bien seco y poco amable. Estarán cansados de trabajar y de extranjeros, pero creo que de eso viven. Probamos otra pizzería en la zona de los museos vaticanos, ya que nos dijo la guía del Coliseo, que es la mejor opción cuando no tienes tiempo, tardan 10 minutos en hacértela, y el porcentaje de acertar es muy alto respecto de otros establecimientos. También puedes optar por un trozo de las que suelen tener hechas (al taglio). Pedimos pizza napolitana, con tomate, champiñones y anchoas, y una pizza ai quattro formaggi(cuatro quesos). Bastante buenas las dos, aunque no la pudimos degustar en condiciones porque apenas teníamos tiempo. Teníamos hora para la visita a los Museos Vaticanos y no podíamos retrasarnos.
Bueno al final os dejo los nombres y la dirección de los establecimientos que más nos gustaron en estos días que pasamos en Roma, por si os interesan. Algunos, si vais de noche, igual tenéis que llamar para reservar. Están muy frecuentados por autóctonos. Pero tened en cuenta la conclusión de este artículo, que en Italia en lo que respecta a la pasta y las pizzas, prima la masa, bien confeccionada y cocinada, sin muchas pretensiones en su condimentación. Ah¡, y tened en cuenta también los horarios romanos:
COMIDA: 12,30h a 2,30h CENA: 7,30h a 10,00h
ROMA SPARITA, Piazza santa cecilia 24, (Trastevere)
L’ ANTICA BIRRERIA PERONI, Via S. Marcello 19 (entre Fontana de Trevi y Plaza Venezia)
PIZZERIA ALLE CARRETTE, Vicolo delle carrette, 14 (Coliseo)