En una de las playas más emblemáticas y populosas de Galicia, A Lanzada, se inauguró en el verano del 2021 el “Gastrobar Playa Salvaje”.
Situado en Noalla, a pocos metros de la carretera que circula paralela a la playa, en una zona tranquila, fuera del bullicio en el que suele encontrase esta zona en los meses de verano, descubrimos el año pasado (2021) este coqueto restaurante.
El local está cuidado en cada detalle, cuenta con un amplio aparcamiento, una gran zona verde para que jueguen los niños, una amplia terraza que bordea el pequeño comedor, y lo principal, una cocina con buen producto de proximidad, elaborada y con una buena presentación, con toques originales y vanguardistas, que hacen que cada uno de los platos que te ofrecen en su pequeña carta, sea una experiencia maravillosa para el paladar. Además, cuenta con un personal joven, muy profesional y siempre atento a asesorarte, para que te sientas como en casa.
Una bocanada de aire fresco, diferente a la cocina tradicional que ofrecen mayoritariamente los establecimientos de esta zona del litoral gallego.
El año pasado fuimos una vez, y aunque comimos muy bien, comprobamos que les faltaba rodaje, lo normal, apenas llevaban unos días abiertos. Lo encontramos por casualidad, cuando caminábamos por el paseo de madera que discurre por la playa, avistando un letrero que lo anunciaba. Aunque la experiencia fue buena, como ya hemos comentado, nos percatamos de que lógicamente les faltaba aclimatación a este nuevo proyecto, tanto en el servicio, como en la cocina, pero también intuimos que el concepto que querían dar a su gastrobar, acabaría triunfando, con lo que no dudamos en decirles que el próximo año volveríamos.
Este verano hemos ido en dos ocasiones, y las dos hemos salido más que satisfechos.
Como siempre que vamos a restaurantes de este tipo de cocina, compartimos los platos, para poder probar la cantidad máxima de ellos.
Como entrantes o primeros platos, pedimos los Mejillones salvajes, unos mejillones con una salsa thai, sabrosos, una forma diferente de comer el molusco más famoso de estos mares, con un toque oriental.
A continuación, la Tosta de chipirones y pesto, una tostada que nos gustó mucho, un buen pan crujiente sobre el que extendieron una buena cantidad de un queso suave y muy cremoso, coronado con unos chipirones a la plancha, torraditos por fuera, pero jugosos, y todo bañado con pesto. Un entrante muy original e ideal para abrir boca.
Croquetas de queso & jamón, fue uno de los platos que me dejó indiferente, no es que estuvieran mal, sino que no pude encontrar nada que destacase, muy similares a las muchas que hemos probado en otros establecimientos.
Tortilla negra de calamares, sin duda el plato que más nos gustó, original, sabroso, todo un acierto de creatividad culinaria. Quisimos repetir el segundo día, pero no tenían, parece ser que no les había llegado el producto. Se trata de una tortilla con poca patata y abundante salsa de chipirones, poco cuajada, al estilo Betanzos, con lo que al cortarla, fluye su interior como un volcán. Está coronada con unos cuantos chipirones rebozados, que le dan el punto crujiente. Un plato muy original, con un sabor muy intenso y una buena textura. Debes tener en cuenta que es un plato que llena bastante, ideal para compartir, pero igual muy pesado para comérselo uno solo.
Fabas de Lorenzá con berberechos, plato de cuchara elaborado con unas judías made in Galicia, comercializadas bajo el amparo de la indicación geográfica protegida, legumbre ideal para combinar con moluscos o marisco.
Aquí, el berberecho es el que da el sabor y las alubias, que estaban muy tiernas, aportan la textura al plato. Un matrimonio que liga perfectamente y siempre es una apuesta segura. La versión galaica de las fabes con almejas.
Como platos principales, elegimos:
Canelón gallego de buey de mar, un plato muy liviano, de sabor suave. Se trata de un gran canelón relleno de este marisco, napado con una crema muy ligera. Bien, aunque creo que el buen marisco como mejor está es solo, cocido o a la plancha, sin artificios.
Y la picaña de vaca con verduritas y patatas a la sartén, un clásico que cada vez más se encuentra más en los restaurantes, pero diferente a otras piezas de carne que te ofrecen en la zona, donde predominan más el churrasco, el entrecot o la chuleta.
Para terminar la elección de los postres fue:
Espuma de praliné con almendras, una espuma con un intenso sabor, pero con una textura muy ligera, ideal para terminar una comida copiosa.
Y Nuestro tiramisú al momento, un postre que estaba rico, pero al igual que las croquetas, me pareció semejante a cualquier otro que te puedes encontrar en los establecimientos que ofertan este famoso postre italiano.
Como resumen, me pareció un Gastrobar muy recomendable, con una carta muy diferente a los restaurantes que te puedes encontrar por la zona, con un local muy bonito, con un diseño muy chill out, cuidando cada detalle, tanto en la terraza, los baños, como en zona de juegos… Un establecimiento con un estupendo servicio, y un precio calidad muy bueno, para la zona donde se sitúa, que es la más turística de Galicia. Si quieres ir, no dudes en reservar, al contrario que lo que se viene poniendo de moda, solo tienen un turno de comidas, y un cupo fijo, para que el servicio siempre sea el correcto.
Antes o después de comer, disfruta dándote un paseo hasta la Capilla de A Lanzada a pocos minutos andando desde el gastrobar, capilla que formó parte de una fortaleza medieval de defensa costera, y un enclave ideal para ver la puesta de sol.
Si hace calor y te quieres dar un baño, al lado se encuentra la playa de Areas Gordas, playa que se nombra en el conjuro tradicional de la queimada gallega “fuxirán as bruxas a cabalo das suas escobas, índose bañar a plaia das areas gordas.” Playa familiar, de bañistas más locales y menos concurrida que la famosa playa de la A Lanzanda.
Como ves, aparte de comer, tienes otros motivos adicionales para desplazarte hasta este bonito restaurante.
Dirección:
Gastrobar Playa Salvaje, teléfono:34 696 85 71 80
A Lanzada 112b
36990 Noalla, Sanxenxo, (Pontevedra)