Como cada año un día de nuestras vacaciones de verano en Galicia, visitamos la ciudad de Santiago de Compostela.
Y como cada año, intentamos ese día, disfrutar de una buena comida en alguno de los restaurantes que existen en la ciudad.
Este verano de 2021 todo el Norte estaba abarrotado de gente, y Santiago no iba a ser la excepción.
Tras decidir el día de visita a la ciudad, reservamos con varios días de antelación dónde ir a comer.
El establecimiento elegido fue el RESTAURANTE BENEDITA ELISA, restaurante joven, que debe su nombre a las abuelas Benedita y Elisa, culpables del amor a los fogones de los dos cocineros, un gallego y un catalán que comandan la cocina.
Leyendo su carta enseguida se hace notar la fusión entre Cataluña y Galicia ya que ofrecen platos con productos tanto mediterráneos como atlánticos, pero con una elaboración moderna y un diseño elegante, a la vez que divertido, aunque sin enmascarar su calidad.
El restaurante se encuentra en el Centro, muy cerca del Mercado, sitio indispensable que no puedes dejar de visitar. Cuenta con una terraza situada en la plaza, y con un local de dos plantas. Arriba tienen un par de mesas, con vistas a la cocina, una cocina abierta en la que puedes observar a los cocineros. El comedor más grande, está en el piso de abajo, donde nosotros comimos, y en las escaleras que bajan a él, hay un pequeño rellano con otra mesa. Aunque el local no es muy grande, está muy bien aprovechado y cuenta con una decoración moderna y coqueta.
La carta es extensa, con lo que a la hora de decidirnos, nos decantamos por la elección de aquellos platos que más nos atraían y que podíamos compartir.
El primero, fue uno de los más demandamos por los comensales, por lo que pudimos observar, “Bikini de ternera con trompetas de la muerte”. En Cataluña al sándwich caliente de jamón york y queso se le denomina “bikini”. En este caso son dos unidades y viene relleno de una carne desmigada de ternera, bien jugosa, acompañadas de trompetas de la muerte. Nos gustó mucho. Buen principio!!
A continuación nos trajeron “Berenjena asada y frita con curry de verduras y queso Cebreiro”, unas bolitas fritas, crujientes, rellenas de carne de berenjena, acompañadas de una cremita de curry de verduras y unos trocitos de queso desmigado.
Aunque fuese una fritura, era un plato ligero y suave de sabor. Apto para todos los públicos, incluso para aquellos que rechazan las especias.
Después, elegimos “Arroz seco con caldo de marisco acompañado de salmonete y alioli”, una paella con la capa de arroz muy fina y no tan seco como nos habría gustado. Parece ser que se han tenido que ajustar a los gustos de los gallegos, por lo que nos comentó el camarero. Sabor intenso del arroz, con un filete de pescado limpio y dorado en la plancha, colocado encima.
Por último nos trajeron otro de los platos fusionados tradicionales de la cocina catalana,
“Canelón de carrillera de cerdo con bechamel de coco, mango y setas”. Como nos pasó con el de berenjena, nos resultó menos contundente de lo esperado. Plato con diferentes texturas y sabores, pero muy bien equilibrado.
Para el postre pedimos el que nos recomendaron, “Tarta de queso, cremosa e intensa”. Parece que están de moda y no hay restaurante donde no figure en su carta de postres una tarta de queso. Buena, pero sin llegar a la que comimos el año pasado en el restaurante Ollo De Boi de Portonovo, recién sacada del horno, supercremosa y fundente, por ahora aquella está en la cima de la mejor tarta de queso que hemos probado.
También compartimos la “Torrija a la crema de orujo con helado de vainilla”. Tenemos obsesión con este postre y sus versiones, en nuestra web tenemos varias recetas. La única novedad era el remojo del pan, que esta vez está bañado en crema de orujo. No fue lo que más nos gustó.
Como conclusión, fue un acierto elegir este restaurante que se sale de los cánones de la cocina tradicional gallega y catalana. Cocina que prioriza el buen producto, y aportando a lo aprendido por sus abuelas, un toque moderno y colorido, con pinceladas de otros sabores del mundo. El trato del personal magnífico, y el precio, acorde con la calidad de lo que degustamos.
Buen tacto. El próximo año a ver si tenemos tanta suerte en la elección.
LOCALIZACIÓN:
RESTAURANTE BENEDITA ELISA
Praza do Matadoiro, 1
Santiago de Compostela